sábado, 12 de noviembre de 2011

Circo triste

Un maletín lleno de coloridos vestidos, cajuela de maquillajes que adornan su rostro cada noche y sus respectivos accesorios son los que completan el personaje que cada anoche adopta para su triste y acongojada labor. Cinco personajes más lo acompañan, amigos y vecinos de la infancia entre ellos, que al igual que el comparten ese mismo sentimiento de deja vu que los embriaga pero que a la misma vez los engaña conduciéndolos a un abismo de desesperanza y dolor producto de esa maltratada infancia vivida gracias a la insensatez de otros que no vienen al caso.

Una vieja furgoneta de herencia junto a dos camiones de carga era su medio de transporte. Un elefante africano atado con grilletes a cada una de sus patas traseras se podía dejar ver en una de las jaulas; dos chimpancés llamados "príncipe" y "melodía" eran también parte de su repertorio. Una yegua y un caballo, una cebra y un avestruz también formaban parte de su maltrato zoológico andante, eso sin contar al león y a leona débiles por una fuerte gripe y el hipopótamo que fue abandonado a mitad del viaje a su próximo pueblo por un fuerte cuadro de desnutrición.

que se puede esperar de unos hombres que crecieron en el dolor, que desarrollaron lazos de tristeza y que a estas alturas de la vida ya nada les generaba sentimientos, el tan solo ir de pueblo en pueblo ganándose tres lochas para sobrevivir sin importar el espectáculo que daban al público ni la impresión que dejaban a su paso. Y el notar la desilusión en los niños que al salir del circo algunos lloraban o salían molestos les daba satisfacción a ellos, los impulsaba a seguir con aquella despreciable labor. Incluso llegaron a regalar sonrisas de papel a cada uno de los niños al final de cada presentación.

Es un circo triste, porque los hombres son prisioneros de su ser, sumergiendo sus penas en forma
paulatina, en que cada suspiro es más lento como si el alma se escapara, tratando de ser más libre, sin sueños, sin vida... sin sombras... al final la carretas del circo prefieren seguir deambulando como sombras por los antiguos caminos, tratando de dar un poco de alegría en medio del infame mundo de la desesperanza.

Escrita: 19/04/11

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